El Secreto: La ley de la atracción

El secreto es una obra interesante, escrita por Rhonda Byrne, que plantea toda una filosofía

¿Como Funciona la ley de Atracción?

En el libro se afirma que los seres humanos funcionamos de manera similar a enormes antenas transmisoras...

Frases del Secreto

Una recopilación de las frases de la pelicula y libro el secreto

Explicacion Ley de la Atracción

La ley de la atracción es la idea o supuesto de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas.

¿Qué es la superación personal?

La superación personal es un proceso de transformación y desarrollo...

Y tú…¿Trabajas en equipo…o solamente te lo crees?

Estoy seguro que si le preguntas a cualquier persona si es buen@ trabajando en equipo, prácticamente nadie te va a decir que no, sería un suicidio profesional para él/ella, ¿no crees?



Pero entonces me surge una duda, ¿por qué es una competencia tan valorada, si realmente todos lo hacemos?
Pues porque la realidad es muy distinta, todos creemos que trabajamos en equipo y que tenemos una gran capacidad para ello, pero realmente son muy pocos los que realmente lo hacen, trabajan en equipo de verdad, con todo lo que implica, vamos a ver por qué.
Voy a hacer la misma pregunta de otra manera, y me gustaría que no continuaras leyendo hasta que tengas una respuesta, la nueva cuestión va a ser…
¿Cuál ha sido el mejor trabajo en equipo que has hecho en tu vida? Toma el tiempo que necesites.

¿Ya tienes una respuesta? Bien, ante esta pregunta podemos ver muchos tipos de personas dependiendo de las respuestas que puedan dar, intentemos clasificarlas:
  • En primer lugar, estarían las personas que nos contarían una situación en la que habrían obtenido un logro personal apoyado en un equipo de trabajo. Por ejemplo, conseguí liderar mi oficina hacia el primer puesto nacional de ventas.
  • Por otro lado, estarían las personas que hubieran conseguido un logro común que no lideraron ellos. Por ejemplo, gracias a todo nuestro trabajo conjunto, conseguimos que la empresa lanzase un nuevo producto estrella.
  • Una categoría distinta serían los que destacan el éxito de otra persona, gracias al trabajo de su equipo. Por ejemplo, con el trabajo de todos, conseguimos que nuestro compañero pudiera irse de luna de miel, porque entre todos hicimos su trabajo mientras él no estaba.
  • Por último, les diría una categoría en la que consideran el trabajo en equipo como algo más “humano” y lejos del mundo laboral. Por ejemplo, conseguimos recolectar fondos para la operación de un vecino, o simplemente, mi mejor trabajo en equipo han sido mis hijos.

No es mi intención juzgar a ninguno de ellos, ni a decir si son más o menos válidos, lo único que pretendo es mostrar que, aunque todos creemos que trabajamos muy bien en equipo, en el fondo todos tenemos una manera distinta de entender lo que es un trabajo en equipo bien hecho.
Dicho esto, y con el propósito de que todos hagamos un poco de autocrítica y podamos seguir trabajando en nuestro desarrollo personal, les voy a decir dos aspectos fundamentales que deberíamos intentar mejorar (por lo menos yo lo intento cada día) para poder desarrollada la tan ansiada competencia del “trabajo en equipo”.

Aceptación y Confianza.

El trabajo en equipo se basa en la integración de esfuerzos, para que el resultado de integrar todos estos esfuerzos sea superior a la suma de dichos esfuerzos individualmente. Una vez que ya tenemos la explicación teórica, que está muy bien, vemos sus implicaciones reales.
Para que esto sea posible, el equipo debe estar compuesto por múltiples piezas, distintas entre sí, pero complementarias. Por poner un ejemplo muy sencillo, podríamos hablar de un auto, si les pregunto… ¿cuál es la pieza más importante…qué diríais?
Cada uno puede tener una respuesta distinta a esta pregunta, pero si me permites dar mi opinión (y como siempre enfatizo, solo es mi opinión porque las ciencias sociales no son ciencias exactas y no hay verdades absolutas) diría que… Ninguna.
¿Y por qué ninguna? Pues porque el auto no podría funcionar si le falta una de las piezas, por muy insignificante que sea.
¿Por qué les pongo este ejemplo? Pues porque es algo que nosotros vemos muy claro en ejemplo del auto, pero no lo vemos tan claro en la vida real, veamos por qué.
Un auto no necesita 50 motores para funcionar, ni 1.000 litros de gasolina, ni 100 ruedas, un auto necesita miles de piezas complementarias que, bien engranadas, hagan que el auto funcione y obtenga su óptimo desempeño.
En un equipo humano pasa lo mismo, es necesario que esté compuesto por una gran variedad de personas distintas que puedan aportar su singularidad para la consecución del objetivo común, ¿cierto? Creo que nadie me cuestionará eso.
Pues bien, este es el problema. Aunque el concepto teórico lo tenemos cristalino, en la práctica no está claro.
Y aquí viene el primer concepto del que les quería hablar: Aceptación.
Para poder trabajar en equipo debemos ACEPTAR a los demás miembros del mismo, y debemos ACEPTAR que no son como nosotros, que no hacen las cosas como nosotros las haríamos, que no tienen las mismas motivaciones que nosotros, ni las mismas competencias, ni las mismas habilidades y lo que es más importante, que no tienen la misma manera de ser que nosotros.
Pero me podéis decir… ¿entonces hay que dejar a la gente hacer lo que quiera sin control?  No, pero hay que mirarlos desde el punto de vista de que todos son distintos y tienen distintas funciones y rendimientos.
Volvamos al ejemplo del auto, si una rueda no funciona bien, analizas su desempeño y si no es correcto lo corriges, miras también si no es lo suficientemente fuerte para realizar su trabajo y, si es necesario, lo refuerzas, pero nunca vas a intentar cambiar la esencia de la rueda y exigirle que sea un volante, para eso tienes el volante.
Esto que parece tan absurdo, si lo trasladamos al mundo laboral no es tan descabellado, normalmente los que somos una pieza del equipo, no entendemos el funcionamiento de las demás piezas, y no aceptamos que son distintas, que no tienen las mismas funciones y sobre todo, que no deben tenerlo.
Y respecto al control, al igual que las piezas, el mecánico del equipo (que llamaríamos líder) debe analizar a cada pieza por separado y solamente analizar su desempeño, que es lo que se debe corregir, pero no debe nunca intentar cambiar la esencia, la manera de ser de una persona.
Un aspecto clave para trabajar en la aceptación es intentar comprender e informarse de las funciones que tienen todos los miembros de un equipo y entender lo que cada uno aporta al funcionamiento del mismo y lo que se resentiría el resultado final si no lo hiciera.
Si no lo hacemos así, siempre pensaremos que somos el motor, que trabajamos a 10.000 revoluciones por minuto, y otros como el espejo retrovisor tienen una vida cómoda y sencilla. Y al espejo le pasaría lo mismo, pensaría que todo el protagonismo lo tiene el motor, que es el que tiene el mejor trabajo, el que se lleva la gloria y ellos solo tienen un trabajo monótono y aburrido.
Pero la cosa no queda aquí, porque algo igual de importante que la Aceptación es la Confianza. Si yo te pregunto, ¿confías en tus compañeros? Seguramente todos me dirían que sí, pero… ¿realmente confiamos ciegamente? Quiero que seas sinceros con vosotros mismos.
Porque a los seres humanos nos pasa algo muy curioso, confiamos mucho más en las personas que no trabajan con nosotros que en las que sí lo hacen… ¿crees que es mentira lo que les digo? Voy a poner varios ejemplos.

Quiero que pienses en lo que haces cada día antes de llegar a tu trabajo, les voy a dar unos segundos. Bien, yo les voy a decir lo que hago:
  • Me levanto.
  • Me ducho.
  • Me visto.
  • Tomo un café.
  • Salgo de casa.
  • Cojo el transporte público.
  • Llego con algo de anticipación antes de entrar a trabajar.
  • Desayuno algo en un sitio cerca del trabajo.
  • Entro a trabajar

Seguro que esta, a grandes rasgos, puede ser la rutina de muchos de vosotros, ¿cierto?
Les voy a hacer varias preguntas entonces:
  • ¿Cuándo vas al baño y enciendes la luz…das por hecho que se va a encender?
  • ¿Cuándo abres el grifo de la ducha…das por hecho que va a salir agua…y encima caliente?
  • ¿Cuándo coges el transporte público…das por hecho que va a llevarnos a trabajar?
  • Y si tomas algo antes de entrar a trabajar, ¿das por hecho que el sitio va a estar abierto y que nos van a dar un rico desayuno?

Fijate, antes de llegar a trabajar, confías plenamente en que va a haber luz, agua, gas, transporte, servicios…confías en miles de personas que hacen posible eso cada día. Y como eso, miles de cosas en nuestra vida cotidiana, desde encender la televisión o la radio y que haya alguien al otro lado, hasta ir al supermercado y encontrárnoslo abierto.
Incluso en nuestra misma empresa, ¿no estamos seguros que cobraremos nuestro salario todos los meses? ¿O llamamos cada último día de mes a ver si ha habido un problema para que nos paguen?
Entonces, ¿por qué al llegar a nuestro puesto de trabajo no confiamos igual en nuestros compañeros, en nuestros colaboradores o en nuestros jefes?
Las personas con las que no tenemos influencia son en las que confiamos ciegamente, sin embargo, nuestro entorno directo es el que nos genera más desconfianza… ¿Por qué?

No voy a contestar hoy a esta pregunta, porque prefiero que todos reflexionemos un poco más sobre estas cuestiones y después nos preguntemos:


¿Trabajo en equipo…o solamente me lo creo?


Enseñanza para los padres de HOY


Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande.

Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final.
El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: "
-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".
-"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "
-" Si."-respondió.
-"¿Dónde trabaja tu padre? "
-"Mi padre hace trabajos de herreria."
 

El director pidió al joven que le mostrara sus manos .
El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
-"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? "
-"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
 

El director dijo:
-"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."


El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta.

Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.

Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo.

El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.

Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"
El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller"

-"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.

El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".


Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres.

Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión.

Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas.
No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta.

No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven.

Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas."

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